enero 09, 2010

Poemas surrealistas: la escritura automática

Ya sabemos también que el Surrealismo (leer la página 132 de su libro de texto) propone como método para la creación poética la llamada "escritura automática":
Escribid rápidamente, sin tema preconcebido, bastante deprisa como para no olvidar y no sentir la tentación de releeros. La frase vendrá por sí sola, pues es verdad que, en cada segundo, hay una frase extraña a nuestro pensamiento consciente, que sólo pide expresarse. (André Bretón)

Les transcribo aquí un ejemplo de escritura automática del creador del surrealismo, el francés André Bretón, para que les sirva de inspiración:

Mi mujer

Mi mujer con cabellera de incendio de bosque
con pensamiento de centellas de calor
con talle de reloj de arena
mi mujer con talle de nutria entre los dientes del tigre
mi mujer con boca de escarapela y de ramillete de estrellas de última magnitud
con dientes de huellas de ratón blanco sobre la tierra blanca
con lengua de ámbar y de vidrios frotados
mi mujer con lengua de hostia apuñalada
con lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
con lengua de piedra increíble
mi mujer con pestañas de palotes de escritura de niño
con cejas de borde de nido de golondrina mi mujer con sienes de pizarra de techo de invernadero
y de vaho en los cristales mi mujer con hombros de champaña
y de fuente con cabeza de delfines bajo el hielo
mi mujer con muñecas de fósforos
mi mujer con dedos de azar y de as de corazón
con dedos de heno segado
mi mujer con axilas de marta y de bellotas
de noche de San Juan
de alheña y de niño de escalarias
con brazos de espuma de mar y de esclusa
y de mezcla de trigo y de molino
mi mujer con piernas de cohete
con movimientos de relojería y desesperación
mi mujer con pantorrillas de médula de saúco
mi mujer con pies de iniciales
con pies de manojos de llaves con pies de pajarillos que beben.

Sigan estas instrucciones:

1. Tomar una pluma, un lápiz, un plumón o un color y una hoja blanca.
2. Relajarse, no temer, observar qué pasa.
3. Quizás la mano no quiere moverse, se queda quieta, como muerta, sin saber cómo ni por dónde empezar.
4. Pero puede también que se ponga a marcar la hoja de papel enseguida, aunque sea un poquito sólo, al principio, antes de tomar más fuerza y rapidez.
5. Y puede también que se ponga a bailar frenéticamente desde el inicio.
6. Puede que decida manchar o destrozar lo escrito anteriormente.
7. Observar lo que hace tu mano. Esto es todo lo que está permitido.
8. Está prohibido participar en la creación del poema-dibujo de manera consciente. No se puede interferir en el proceso, sólo se puede observar. La regla es no intentar actuar.
9. Observen cómo es agradable – a veces – sentir que su mano tiene una vida propia, tiene su propia energía, su ritmo, unas ideas propias insospechadas, y que sabe más de lo que ustedes creen. No se trata de reproducir ni de ilustrar, sólo de abrir nuevos canales creativos.
10. En un instante, como por arte de magia, se termina la composición.
11. Está terminada. Ya no se puede ni añadir ni quitar nada.
12. Pongan su nombre por detrás de la hoja y entréguenla a su profesor.

Estos son algunos de los poemas surrealistas que hicieron los alumnos de primero: